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Criterios de evaluación
En el momento de evaluar a un/a alumno/a, el profesor debe tener en cuenta el concepto de evaluación continua, que supone un seguimiento personalizado en el que se consideran múltiples datos cognoscitivos y actitudinales. Cada prueba escrita tiene que tener en cuenta la duración del ejercicio, puntuación de cada pregunta y responder a cuestiones explicadas en clase, comprobando así el grado de asimilación de los objetivos siguientes:
Captar las ideas esenciales e intenciones de textos orales, de diferente tipo y distinto nivel de formalización, reproduciendo su contenido en textos escritos.
Sintetizar oralmente el sentido global de textos escritos, de diferente tipo y distinto nivel de formalización, identificando sus intenciones, diferenciando las ideas principales y secundarias, reconociendo posibles incoherencias o ambigüedades en el contenido y aportando una opinión personal.
Dominar las principales reglas de la vocalización y ortografía oralmente y por escrito.
Exponer oralmente las propias ideas sobre un tema de interés, integrando la formación disponible y manteniendo la atención del receptor.
Elaborar guiones, planes de trabajo, esquemas, etc., necesarios para la planificación, construcción y revisión de la propia actividad, sirviéndose de aquellas técnicas más útiles en las tareas de aprendizaje.
Identificar el género al que pertenece un texto literario leído en su totalidad, reconocer los elementos de procedimientos retóricos empleados en él, y emitir una opinión personal sobre los aspectos más apreciados y menos apreciados del mismo.
Reflexionar sobre los usos propios y ajenos de la lengua identificando los elementos formales básicos en los planos fónico, morfosintáctico, léxico-semántico y textual.
Conocer la realidad lingüística de Marruecos y localizar las variedades dialectales, valorando la diversidad como manifestación de identidad y riqueza cultural.
Identificar características lingüísticas del medio social en el que habita mediante la observación directa y compararlas con los rasgos propios de otras variedades presentes en distintos medios.
Inferir la carga cultural explícita e implícita en el texto, identificando su tema, su encuadre histórico, las ideas esenciales y secundarias, etc.
Producir mensajes, utilizando los códigos mímico-gestual, icónico y musical para reconocer las posibilidades comunicativas de los lenguajes no verbales.
Para estimular a los alumnos que por distintas razones tienen dificultades en la materia, y estimular a todos para interesarse más y esforzarse en el árabe, se acordó en el Dpto. de dedicar 30% de la nota media de cada evaluación al actitud de alumno (interés por la materia, cumplimiento de deberes, realización de actividades complementarias, atención y participación en la clase, cuidar su material, etc.), y que los ejercicios deben ser graduales y progresivos.
A continuación, proponemos algunas consideraciones generales como un posible criterio de evaluación:
Cada control o prueba escrita tiene que tener en cuenta: la duración del ejercicio, puntuación de cada pregunta y responder a cuestiones explicadas en clase.
Los controles serán cuantos quiera el profesor, desde uno como mínimo, con su recuperación hasta los que sean convenientes.
Cada curso debe tener sus modelos de pruebas con preguntas que correspondan a los objetivos indicados.
El modelo siguiente recoge los criterios básicos fijados para cada curso:
Una parte del texto se dedica a vocalización y le corresponden: 2 puntos (0,20 p. por cada falta)
Léxico-semántico y vocabulario: 2 puntos.
Léxico-semántico y vocabulario: 2 puntos.
Comprensión y expresión escrita: 2 puntos.
Uso correcto de la lengua (sintaxis morfología: 2 puntos.
Cultura y literatura: 2 puntos.